Introducción. En los últimos años, la invertasa (EC3.2.1.26, β-D-fructofuranosidasa) ganó considerable atención en la industria alimentaria, debido a su capacidad para hidrolizar la sacarosa en una mezcla de glucosa y fructosa, llamada jarabe invertido. Estos jarabes se utilizan principalmente en confitería, industrias de bebidas, productos farmacéuticos y panaderías.
La invertasa se inmovilizó en un sistema portador de gelatina y poliacrilamida mediante reticulación química con acetato de cromo (III), sulfato de cromo (III) y sulfato de cromo (III) y potasio. Se determinaron las condiciones óptimas, es decir, la concentración del sustrato, la temperatura y el pH.
Aislamiento y purificación parcial de invertasa de diferentes Saccharomyces cerevisiae de panadería y destilería Abdel-Naser A. Zohri 1* , Abdel-Aal M. Gaber 2 , Osama M. Ahmed 3 y Ahmed H.
El agua ultrapura utilizada para disolver el sustrato y las enzimas se generó mediante un sistema de purificación de agua Millipore Milli-Q Advantage A10 (pH = 6,0 ± 0,5). Todos los reactivos químicos utilizados en los experimentos fueron de grado analítico y se utilizaron directamente sin ninguna purificación adicional.
La invertasa, también llamada beta-fructofuranosidasa que escinde los residuos terminales no reductores de beta-fructofuranósido, es una glicoproteína con un pH óptimo de 4,5 y estabilidad a 50 °C.
La invertasa es una de las enzimas más utilizadas en la ingeniería alimentaria, especialmente en la preparación de mermeladas y caramelos (Shankar et al., 2013). Otras aplicaciones de esta enzima se pueden encontrar en