Después de 1950, el panorama del tratamiento de aguas residuales cambió drásticamente. El desarrollo industrial global también aumentó en velocidad y escala, en gran medida debido a la aparición de tecnologías en forma de nuevos materiales, procesos y configuraciones y dispositivos de equipos.
Parimal Pal, en Tecnología de procesos de tratamiento de agua industrial, 2017. 10.2 Caso de una estrategia de gestión sostenible para un sistema de tratamiento de agua. Se informó que se instalaron muchas plantas de tratamiento de agua para el tratamiento de aguas subterráneas contaminadas en áreas remotas, así como para el tratamiento de aguas residuales municipales y aguas residuales industriales en muchas partes del mundo.
El tratamiento de aguas residuales suele considerarse un proceso de cuatro etapas: pretratamiento, primario, secundario y terciario. En la Figura 1 se describe una descripción general de las etapas de tratamiento y las tecnologías involucradas (Inc et al., 2002; Lipták y Liu, 2000; Liu et al., 2015). Dependiendo de los estándares de pureza y la cantidad de contaminantes en el flujo de desechos, las plantas de tratamiento de aguas residuales pueden utilizar una o más tecnologías de cada una de ellas
Miklas Scholz, en Wetlands for Water Pollution Control (segunda edición), 2016. 1.5 Otras variables utilizadas para la caracterización de las aguas residuales. La mayoría de los procesos de tratamiento de aguas residuales funcionan mejor en rangos de pH entre 6,8 y 7,4; de hecho, un pH > 10 es probable que mate una gran cantidad de bacterias. Los sólidos suspendidos (SS) son una medida del contenido total de partículas en suspensión de las aguas residuales.
El tratamiento de aguas residuales representa alrededor del 3-4% de la carga de energía eléctrica de los EE. UU., que es de ~ 110 TWh/año, o equivalente al uso anual de electricidad de 9,6 millones de hogares (McCarty et al., 2011). El tratamiento de aguas residuales requiere alrededor de 0,5-2 kWh/m 3 dependiendo del proceso y la calidad de las aguas residuales y, curiosamente, contiene alrededor de 3 a 10 veces la energía necesaria para tratarla (Gude, 2015a).
Ioana Naşcu, Ioan Naşcu, en Ingeniería química asistida por computadora, 2016. 1 Introducción. Las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) son infraestructuras clave para garantizar una protección adecuada de nuestro medio ambiente. El tratamiento biológico es una parte importante e integral de cualquier PTAR y el proceso de lodos activados es el proceso de biotratamiento más común utilizado para tratar aguas residuales y aguas residuales industriales.