La inyección de polímeros mejora la recuperación de petróleo debido a la reducción de la movilidad del agua inyectada, principalmente debido a la capacidad viscosificadora del polímero. Sin embargo, la degradación del polímero causa pérdida de viscosidad. Por lo tanto, determinar la magnitud de la degradación es clave para una inyección de polímeros exitosa.
La inestabilidad química del polímero de poliacrilamida durante la inundación con polímero y polímero micelar puede afectar seriamente el rendimiento de la inundación. Los resultados de este estudio, que utiliza técnicas especiales de laboratorio y pruebas a largo plazo para simular las condiciones típicas de los yacimientos de petróleo, muestran los efectos de las variables clave en la estabilidad química.
Los polímeros sintéticos tradicionales, como la poliacrilamida parcialmente hidrolizada (HPAM), no son térmicamente estables. A temperaturas superiores a 60 °C, las fracciones de acrilamida se hidrolizan a acrilato de sodio, lo que finalmente conduce a la precipitación y la pérdida total de viscosidad. La estabilidad térmica se puede mejorar incorporando monómeros como ATBS o NVP.
Resumen. Las técnicas de recuperación mejorada de petróleo con productos químicos surgen progresivamente como un medio para aumentar la producción de los yacimientos petrolíferos maduros. En particular, la inyección con surfactantes permite aumentar la producción de petróleo al reducir la tensión interfacial entre el agua de inyección y el petróleo crudo. La eficacia de los surfactantes depende de su estabilidad química durante un período prolongado de tiempo, que podría verse afectada por las condiciones del yacimiento en términos de temperatura, salinidad y condiciones oxidativas.
El segundo tipo son los polímeros sintéticos fabricados por el hombre, como los polímeros basados en acrilamida. Los biopolímeros del tipo utilizado para mejorar la conformidad son polisacáridos (poliazúcares) en los que los enlaces químicos monoméricos de la cadena principal del polímero son enlaces glicósidos, que implican enlaces químicos carbono-oxígeno-carbono.
Sin embargo, existe una preocupación legítima sobre la estabilidad química de los polímeros cuando hay oxígeno disuelto en el agua de inyección o en la instalación de inyección y sus altas concentraciones de H 2 S en el yacimiento. Se seleccionaron varios polímeros y biopolímeros sintéticos para realizar pruebas de estabilidad en una amplia gama de condiciones.